La flor de lararay

 

Bueno. Este era un rey y tenía tres hijos. De los tres, dos eran muy envidiosos y un día que les dice: —Hijos, ¿saben qué estoy pensando?
Dicen: —¿Qué estás pensando, papá?
—Que dicen que hay una florecita que es muy buena, dice, —para riumatismo.
Dice: —¿Y cómo se llama?
Dice: —Se llama la flor de lararay, dice, —y el que me la traiga de ustedes, dice, —le tocará todos, toda mi hacienda y todo mi dinero.
Que oyen los otros que eran muy envidiosos, los otros dos. Que va y que les dice, dice... dice: —Bueno, dice. —Nosotros vamos, papá. Pero nos vas a dar el caballo más bueno que tengas.
Dice: —Sí.
Que se van los dos, que les hacen su bastimento y que se van. Que llega el más chiquito y dice: —Tú, hijo. ¿En cuál te vas a ir? Dice: —¿Qué cosa quieres que te dé yo?
—Dice: —Yo no quiero, dice, —que me descojas el caballo más bonito. El más flaco me llevo.
Dice: —Bueno. Ps, es...
Ya que le da su dinero también... y su bastimento y se va. Y que alcanza a sus hermanos.
—Mira. Áhi viene mi hermano, dice. —Para que no nos siga lo vamos a echar al pozo.
Un pozo grande que estaba allí. Agarre que lo agarran y que lo echan al pozo al pobrecito. Bueno. El otra día temprano que va un señor a sacar agua , allí al pozo. Que le dice: —¡Ay, señor! ¡Sáqueme!
Que oye que gritan abajo. —¡Sáqueme, por favor, dice, —pos que. Dice: —Que mis hermanos me echaron aquí.
Dice: —Sí.
Ya que agarre y lo saca. Que lo vuelve a sacar y áhi lo vio bien mojado al pobrecito. Y que los vuelve a alcanzar. Dice: —Mira. Áhi viene mi hermano de nuevo, dice. —¡Qué choca!, dice. —¿Qué hiciéramos pa’ que no nos siguiera?, dice.
Dice, que le dice el otro hermano, dice: —Déjalo, pobrecito. Es nuestro hermano. Ni modo, dice. —Lo tenemos que esperar.
—Sí, pero yo no quiero que me siga, dice. Dice: —Estoy pensando que mejor lo vamos a matar.
Dice: —No. No puedes hacer eso con mi hermanito, dice.
Bueno, ya que agarre y le dice. Que se van camine y camine y camine hasta que llegan un día... a un este... a un pueblo grande. Este, y ya les iba chocando, les iba alcanzando el chamaquito porque todavía estaba chico. Que llega y que le dicen: —¿Y tú ya encontraste la flor, hermanito?
Dice: —No. Yo no he encontrado nada, dice.
Bueno, que agarran los otros y que dice: —Este ya la encontró y que lo trasiegan.
Y en su bolsa llevaba la florecita. Y que le dice: —¿Sabe cómo vamos a hacer? Dice: —Lo vamos a matar y le vamos a quitar la flor.
Y entonces lo llevaron un camino grande grande. Y estaba una... cañaveral sembrada allí. Que allí que agarre y lo matan y que lo entierran. Que le quitan la florecita. Y que llegan ellos allá con su papá.
Dice: —¡Mira, papá! ¡Ya traje la flor!, dice.
Dice: —¿Que ustedes la encontraron?
—Sí, nosotros.
—Su hermano, ¿no lo vieron por allá?
—No. No vimos nada, papá. Fíjate que no lo vimos.
Dice: —¡Ah, bueno!
Y este... pero ya lo habían enterrado ahí. Y entonces que agarran y este... y una mañana temprano andaba un señor, de los piones de él, y que oye que pitan en la cañaveral. Dice:

—No me pites ni me dejes de pitar.
Mis hermanos me han matado por la flor de lararay.

Y que va corriendo el mozo a decirle a su papá... al patrón. Dice: —¡Patrón, patrón! ¡Fíjese usté que yo oí, dice, —que allí en la cañaveral, dice, —silbaron. Dijeron que "mis hermanos me han matado por la flor de lararay".
Dice: —A ver. Llévame a donde es.
Y que lo lleva. Que lo llevan y que van a ir a tierra que estaba salida toda de la cañaveral. Y entonces que, que dice, que empiezan a escarbar y que encuentran al hermanito áhi. Estaba enterrado. De veras lo habían matado por la flor de lararay.
Y ya se acabó.

 

Nº de referencia: 246

Al habla:
Teresa López Soto
(26 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: La Joya (Acajete, Veracruz), el 20 / 7 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 11

Notas
This tale is a conventional Mexican version of type 780 The Singing Bone. The manner in which the murder is revealed is not clearly explained, only that the grave is in or near a cane field. No mention is made of a singing flower that grows from the grave of the murdered prince. In her narration, the informant does not sing the verse that tells the king that the older brothers killed the youngest son. She merely recites the verse.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

780. - The Singing Bone.

 

Materiales adicionales

 

 

Los materiales de este sitio pueden ser usados y reproducidos para fines de educación e investigación sin fines de lucro, citando su fuente y sus datos correspondientes (informante, recopilador, transcriptor, etc.). Cualquier otro uso requiere autorización. Este sitio es posible gracias al apoyo de la DGAPA, proyecto PAPIIT IA400213

© Laboratorio de Materiales Orales. ENES, UNAM Morelia.