El hambriento y la muerte

 

Es un padre de fam... que tenía... había mucha familia en su casa. Y este... mataba su señora un animal de pluma y a él le tocaba un pedazo igual que a los pequeños, ¿verdad?, los hijos, todos. Y áhi tiene usté que se cansó de mantenerlos y de, de verlos. Entons le dijo a su mujer, dijo: —Oyes tú. Yo me voy. Áhi quédate con la familia. Yo aquí no me lleno. Dice: —Mátame una gallina. Me alistas mi lonchi, mi bastimento y me voy a llenarme, a comérmelo a la orilla de la carretera. ¿Mm? Bueno, dijo. —Mañana nos veremos.
—Está bien. Que duele darle de comer a tus hijos.
—¡Uu, comen más que yo!
Y áhi tiene usté que le mató la gallina y le arregló su bastimento y se marchó. Se jue. A orilla del camino hizo una lumbre para calentar y co... quedar a comer. Cuando ve abajo por camino, por la ca... camino real venía un anciano, un anciano, en figura de, de un... este limosnero. Ya llegó allí y le dice: —¿Qué haces, buen hombre?, dice.
—Por aquí estoy, que voy, voy a comer a llenarme.
Dice: —Si no te sirvo de molestia, dice, —voy a descansar tantito. —Bueno. Descansa por áhi.
Y ya le empezó a preguntar: —¿Quién eres tú?
Y le dice : —Yo soy Dios.
—¿Dios?
Dice: —Sí, yo soy Dios.
Dice: —Bueno. Dice: —A ti no te doy nada, porque tú no supites repartir. A unos nos dites y a otros no nos dites.
—Bueno, pues, si te sirvo de molestia, voy a seguir caminando mi camino.
—Anda vete.
Se jue. Al ratito que se va también él, caminando y caminando. Así que se perdió aquel anciano dijo: —Yo voy a comer.
Hace otra vuelta la lumbre para comer y ya que se iba a comer... este... que ve que venía una anciana, en figura de lismosnera también, así. Ya llegó allí: —¿Qué hace, buen hombre?
Dice: —Pues, por aquí estoy. —¿Vas a comer tu alimento?
—Sí, a llenarme porque en mi casa no me lleno. Por eso y lo otro. Fíjate, dice, —que áhi pasó un anciano que es Dios. ¿Tú crees que lo convidara yo si no supo repartir? Y ya se jue. Dice: —Tú, ¿quién eres?
Dice : —Yo soy la muerte.
—A ti sí te doy aunque te acabes el bastimento, porque tú sí sabes a lo que vienes. Te llevas chico, te llevas grande, te llevas gordo, te llevas flaco, todo parejo como ratero.
—Bueno. 'Tá bien.
Pos ya hizo allí que lo iba a acompañar y se marchó y se jue.
—¿Cuando vuelves?, dice.
—Pronto vuelvo. Pronto vengo.
Dice: —Oye, te voy a pedir un favor.
Dice: —A ver, dime.
Dice, este...: —Te voy a hacer comadre.
Dice: —No. Yo ya tengo quien me mande.
—¿Quién te manda?
—A mí me manda Dios el de los cielos.
—¿Él te manda?
—Sí, tengo que hacer lo que me manda.
Dice: —Bueno, voy a pensarlo. Voy a pedir permiso y ya te resuelvo.
Y áhi tiene usté que se fue. Se fue la muerte. Al de tres días áhi 'stá. ¿Mm? Llegó y le dice: —Ya vine. Nada más te vengo a decir que tienes tres días de tiempo pa’ que te arrepientas de todo a todo pa’ que alcances indulto. Digo, está difícil.
—¡Oh! Pero, ¿cómo va a ser? Yo no he sido malo, ve.
—Porque no has cumplido con tu obligación con tu familia, que es tu sangre. Asina es. Que ya te digo. Bueno. No más eso vine a avisarte y me voy. Entre de tres días vengo por ti. ¡Ah! ¿Lo oyes?
—Bueno.
Se fue. Y ya a aquél se le cayó el mundo. Se puso muy triste, completamente. Y ya le dice en esto su señora: ¿Qué te pasa que estás tan triste? Dime, a ver si yo puedo remediar algo.
Dice: —¿Qué vas a remediar? No remedias nada.
Dice: —Vienen por mí.
—Pos, vienen por ti. Ya ve. Ya ve. Por negarle el alimento a tus hijos, a tu sangre.
Bueno. Ya dijo llegar a los tres días, que va a re... a pelar, a afectar. Y ya le dice: —¿Únde vas?, dice.
—Voy a afectarme. A ver si ora que venga ya no me encuentra, ya me desconoce.
—Bueno, anda vete, le dijo su mujer.
Se fue a resurar. Y le dice al barbero: —Tómame el pelo a... Pélame a coco.
Bueno. Ya le platicó. Dice: —Bueno. Vamos a hacer la lucha.
Cuando la ven que ya venía de... de su casa de regreso a la peluquería.
Bueno. Ya que llega allí que le pregunta que si no había... no estaba allí un endevido que iba buscando.
Dice: —Pos, no. Dice: —Por aquí, no. No ha venido.
—Bueno. Le dices que este... que lo vine a buscar y no lo encontré. Pero que habíamos quedado. Asina es, que ya me voy a asentar. Me voy. Y por mientras con que sea este peloncito que está en este rincón, me llevo en lugar de él.
Se lo pescó, onque se había pelado y todo, pero se lo pescó y se lo llevó. Se lo llevó la muerte.

 

Nº de referencia: 241

Al habla:
Sebastián Morales
(77 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Xalapa-Enríquez (Xalapa, Veracruz), el 9 / 8 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 6

Notas
The present version from Jalapa is introduced in the same manner as A-T 332 Godfather Death, with motifs Z111 Death personified and J486 Death preferred above God and ]ustice. Thereafter it is clearly type 332B*. The standard indexes cite but one example, collected by Mason and Espinosa in Puerto Rico and listed by Hansen as type 332 *** A.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

332. - Godfather Death. (Including the previous Types 332A * and 332B*.)

 

Materiales adicionales

 

 

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