Juan Huevón

 

Que es que este era un viejito y una viejita. Y era un muchachillo, un hombre, un muchacho. Luego es que ya, ya él se murió el viejito y luego después se murió la viejita. Y que es que él era, era muy, muy huevón. Y luego que él era, luego es que ya, y luego que mató a la viejita, entonces fue a trabajar con un rey. El rey le dijo que, que por cuanto le, que no le daba que hacer. Entonces le dijo él que sí le daba.
Entonces ya le dijo, le dijo él: —Como tienes que hacer prueba, dijo, —como prueba de qué hacer. Ahí le dijo: —Te voy a poner a arar. Dijo: —No más no me diga tarde que me diga.
Ya se jue este pal carretón: —Pero no más me diga llame que me diga. Entonces ya le dijo que fuera pa la piedra: —No más no me diga llame que me diga.
Entonces que ya le dijo él, como: —Espera, espérate. ¿Cómo te fue ahí? Entonces ya le dijo él, dijo: —Pos, yo tengo que cuidar ganao, borregas así. Entonces que ya, dijo: —También tengo.... Tú vas a ganar. Tú ganarás nada más que la comida que se te trai. Entonces ya le dice, ya, ya lo, le, pos, tienes que llevarlo allá pa cuidar ganao.
Luego donde cuida el ganado hay gigantes. Y luego allá con los gigantes el primer día este supo que había otros gigantes. Y luego que ya que luego se llevó su otro ganado y se fue a cuidar su ganado, cuando salió un gigante. Y cortó una flecha de una astilla de sabino y lo mató.
Luego ya que se llevó el ganado a comer dice: —Yo voy a comer una hanega de maíz al almorzar, entonces una pa comer y otra pa cenar, una media de rosquitas para luego soñar.
Y luego entonces él ya se... el otro día se fue a cuidar su ganado. Y luego cuando salió otro gigante que él quería comer y era el gigante más grande que había. Y luego se acordó de la astilla más grande y lo mató. Y ya se acabaron los gigantes que había allí. Y luego se jue a comer. Se comió una hanega de maíz al almorzar y una al comer y otra pa cenar y una media de rosquitas cuando se iba a bañar.
Y es que ya al otro día se fue a cui... cuidar su ganao. Y luego se jue allí onde la casa de los gigantes que había. Se halló una varita de virtud y allí había muchas cosas en la casa rica allí. Se halla muchos, mucho allí pa hacerse rico, de los gigantes.
Cuando luego ya tuvo él que espiquilarse [sic] su boda, ya no quiso su boda. Ya no quiso boda. El otro día ya... luego un día un rey, el rey hizo, hizo un, un, una fiesta. Luego él se puso el traje del gigante más chico y en el caballo del gigante más chico se jue a la fiesta. Entonces que allá la príncipa del rey le aventó un cintillo de oro pa... Se la aventó y luego se jue.
Luego que ella, otro día hizo para él otra, otra fiesta, otra le dieron pa que fuera, pa que fuera a agarrar. Luego otro día se puso el traje, del vestido, del gigante más grande. Y su caballo y todo y se jue. Le aventó el cintillo la reina pa... y luego que el rey lo tiró a agarrar y no lo pudieron agarrar.
Y luego otro día el rey hizo otra fiesta más grande, otra fiesta más bonita pa, pa agarrar. Entonces otro día, ya al otro, se puso el traje más grande del otro gigante y el caballo más grande, también del gigante. Cuando al otro día ya él se levantó se puso el cintillo de oro y se jue. Luego otro día el rey dijo pos que el que tuviera el cintillo de oro se casaba con la, con la niña, que se casaba con la reina. Otro día se casaba con la reina.
Y es que se agarraron a busque y búsquela entonces, a ver si tenía ese cintillo de oro. Luego es que él dijo: —Busquen a mi yerno. Búsquenlo que el cintillo lo trae.
Si a poco, le da tres zapatazos que le dijo. Luego aquí lo buscaron y no allá.
No lo hallaron. —No más que Juan lo trae, dijo, le decían los mozos del rey. Entonces Juan lo trae.
—Bueno, ¿qué va a traer?
Les dice: —El señor lo manda ser pasado por las armas.
Le iban a pasar por las armas. Luego ya le dijo que no lo fusilaban. Otros decían que lo iban a fusilar. Así como que lo traen, como que lo van a matar Juan lo sacó a la bolsa y se lo puso la reina.
Entonces se fue a su esposa. Se la llevó pa la casa de los, de los gigantes.
Al otro día ya entonces se jue a trabajar con... se jue a trabajar, a cuidar su, a cuidar el ganao. Y ya, y ya luego que se jue a trabajar, luego otro salió que tenía la, la varita de virtud, la chaqueta. Es que oyó al otro: —¡Chaquetas nuevas por diez!
Dijo: —Yo voy a cambiar la cha... la chaqueta de mi esposo por una nueva. Y la bolsa también la llevó con la varita de virtud. Se la dio. Al otro ya se la dio. Otro día se jue a buscar al otro pa quitar su vara de virtud. Cuando ya el otro se la... se jue y luego se llevó un gato. Luego un gato que se llevó, pa luego ya lo que se había.
Allí en onde se encontraba había muchos ratones. Es que luego ya su gato ahí vio que ya el gato se agarró a comi comi ratones. Este se lo llevó a una pila. Luego es que salió una reina, la reina de los ratones. Dice: —Amarra tu gato, buen hombre. Dice: —Es que aquí todos los tienen que amarrar, que nos hace en una, un relicario de virtud que saco aquí en este, en esta suidá. Es que él, es que el ratón, se jue a buscarle, a querer sacar el relicario. Se lo sacaron al rey, al otro.
Cuando es que ya luego, luego se llegó un ratón. Se está arrimando él, pos, pa cavar, pa cavar fosos.
Entonces ya dijo él, dijo: —También mi gato sabe comer ranas, dice. Luego lo echó y él fue a coger una rana y luego le... pues allí una rana para rana, y él la tuerca.
Luego dijo, ora dijo: —¡Aa! Es que dijo: —Gato, gato, buen hombre, dijo aquel hombre. Dice: —Solamente lo voy a llamar a que saque un relicario, un relicario que está aquí en el foso.
Es que salieron todas y que ya, nadien, nada, lo traía. Cuando ya él diba a encontrar su gato pa que lo llevara a que viniera, comiera ranas. Luego su gato se fue y estaba con una rana de suerte ya, que anda parado. Es que salió y luego lo trae.
Luego que ya, luego que se jue, se jue pa su casa y luego se jue pa ver al rey, en su casa. Este vivía en algún, en alguna ramada que tiene allá onde vive. Luego entró a su casa y luego sacó su varita de virtud y dijo: —Varita de virtud con el poder que tú tienes y la cruz te ha dado, ponnos allí una mesa así de puras comidas pa, para nosotros, comidas así.
Y ya luego que encontró al rey y este estaba en su ramada. En su burro que, luego que ya él llegó a su casa que entonces le puso las coronas. Y allí está coronado. Y ya se acabó.

 

Nº de referencia: 91

Al habla:
Eduardo Piña
(18 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Mezcala (Tepatitlán de Morelos, Jalisco), el 21 / 11 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

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Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 74

Notas

 

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) -

 

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545. - The Cat as Helper.

 

Materiales adicionales

 

 

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