Granadina

 

Era una señora viuda que tenía una hija que le decían por mal nombre Catamachas, muy fea, cucaracha, prieta. Y entonces un día la señora se hace novia de un señor que tenía otra hija que se llamaba Granadina, muy bonita, muy trabajadora, muy hacendosa. Entonces la hermana, la media hermana, de la muchacha, no la quería. La peleaba mucho. La tenían siempre en la cocina teniendo que hacer. No la veían como media hermana ni nada.
Pos que en eso se llega el día de su santo de la señora y le dice al señor: —Mira. El día de mi santo voy a hacer una fiesta. Quiero matar un borreguito y hacer... A ver qué vamos a comer.
—Pues, que sí.
Mataron el borreguito. En esto le dice a las niñas: —Vayan ustedes al arroyo y me lavan estas tripitas pero bien lavadas. Y si me dejan ir una al arroyo las mato. Penan de la vida.
Se fueron las dos ande y ande. Llegan al arroyo. Se ponen a lavar las tripitas. En esto a Granadina se le desliza una de la mano y se le cae al arroyo. Está asustada como la golpeaba mucho la madrastra, le tenía mucho miedo y le dice: —¡Ora sí! ¿Qué voy a hacer? Me va a matar.
A llore y llore a busque y busque la tripita y no la podía encontrar. En esto resulta un señor y le dice: —¿Por qué lloras, buena niña?
—¿Cómo no he de llorar? Dice: —Mi madrastra me dijo que si dejaba ir una tripita, penaba de la vida. Me mataba. Y ora me va a matar.
—No llores. No te apures.
Se fue y le ayuda a buscarla y pronto la encuentra. Se la da y le dice: —Ora sí. Vete para tu casa.
Ya estaban bien lavadas las tripitas.
—Vayan y le dicen a su mamá que ya están buenas.
Le dan las gracias las niñas y se van. En esto a medio camino se desprende una estrella del cielo y se le pega en la frente a Granadina. La otra como era tan envidiosa le dice: —¡Aa! ¿Qué vas a hacer ora con esa estrella? ¡Se ve la cosa más horrible!
Pero era pura envidia que le tenía. Llegan a la casa y la hermana, la media hermana, que le decían Catamachas, se adelanta y le dice a la mamá: —Mira, mamá. Di que las tripitas están mal lavadas. Y vas y nos despachas de vuelta otra vez a lavar las tripitas a ver si a mí se me pega otra estrella.
Pos, sí. Ya les llegan ellas y les dice: —¡No! ¡Esas tripas están mal lavadas! ¡Váyanse al arroyo y me las vuelven a lavar y si me dejan ir una penan de la vida!
Fueron ande y ande. Llegan al arroyo y se ponen a lavarlas. En eso Catamachas deja ir una adrede. Se pone ella a llore y llore, haciendo que lloraba. Si ya dejaba salir en los ojos. Se azotaba sola en el suelo. Y en eso sale el señor y le dice: —¿Por qué lloras, buena niña?
—¿Cómo no he de llorar? Se me fue una tripita y ora mi madre me va a matar.
—No te apures.
Se ponen los dos y buscan la tripita y la encuentran. Se la da.
—Ora, sí, ya váyanse. Ya están bien lavadas las tripitas. Dígale a su mamá que ya no les vuelvo a molestar.
Se fueron las dos y a éstas en el camino, se le pone en la frente a la niña un pajoso de burro. Se van las dos y ya llegan a la casa y le dicen a la mamá: —¡Ay, Dios! ¡Ora sí! ¿Qué vuelves a esperar quedar con eso?
Le pone a esta un pañuelo en la frente. Siempre se veía muy fea, porque ella era muy envidiosa con la otra porque tenía la estrella en la frente y le dice: —¡Ora sí! Tú te vas a la cocina. Y tú Catamachas, vente para acá.
Se la llevó a la sala. Le puso una mascada blanca en la frente y le dice: —Tú, hija, tienes que estar amarrada en la cabeza siempre para que no se te vea eso tan feo.
Pos que se llega el domingo y les dice: —Prepárense ya porque tenemos que ir a misa.
Y ya se fueron a misa. En eso el príncipe ve la niña. Se enamora de ella y dice: —Con esa me voy a casar.
Pero como la madrastra la llevaba a empujones y a pellizcos esta a la carrera tira un zapato. El príncipe prontamente lo juntó y lo guardó. Al salir de misa les dice a uno de sus pregoneros que vayan y pregonen pues por todas las calles que la que le venga ese zapato que se casa con él. Pos se van todos por la calle gritando: —¡A la que le venga este zapato se casa con el hijo del rey!
En esto sale la mamá de Catamachas y luego le dice: —¡Ay, hija! A ti te va a venir el zapato y si no, te cortas lo que puedas del pie para que te venga y te cases con el hijo del rey. Entonces sí vamos a ser muy ricos, muy felices.
Pues que lo llama. Va el señor. Tenía el zapato y dice: —Para cuando se le venga el zapato.
Se cortan los dedos. Tampoco. Se corta el talón y tampoco. En esto tenían a Granadina a escondidas debajo de una canasta. Se para un gallo arriba de la canasta y empieza a cantar:

—¡Quiquiriquí,
la niña está debajo de una canasta!

—¡Cusha, gallo! ¡No sea mentiroso, que estás contando lo que no! Vuelve a cantar:

—¡Quiquiriquí,
que la niña está debajo de una canasta!

—Oiga, señora. Sáquenme a esa muchacha porque si no le... usted me la paga.
—No, señor. No se crea. Son puras mentiras. ¡Sí, como no! La verdad la estoy diciendo.
En esto va el señor y destapa la canasta y sale la muchacha de allí, de allí debajo de la canasta. Le dice: —A ver tú, niña. Mídete este zapato.
La niña se lo pone. Inmediatamente se sabe que su pie tenía que venirle. Luego luego le vino y dijo: —¿Ve?
Pos entonces la madrastra se ve muy disgustada y la hermana también muy disgustada. Va Granadina y saca el otro zapato. Se lo pone. Dice: —Ora, sí, vámonos.
Se la llevaron para el palacio con el rey. Entonces el rey manda hacer ropa porque era gente pobre y humilde. Y ya anda ella muy elegante, muy guapa.
Comienzan las fiestas del matrimonio, los repiques, a repicar las campanas, la música a tocar. Se casan, y ellas muy disgustadas.
Entonces Granadina, como es de muy buen corazón, se lleva a su hermana y a su madrastra al palacio como sirvientas y allí siguen muy felices.

 

Nº de referencia: 86

Al habla:
María Barba de González
(63 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Acatic (Acatic, Jalisco), el 12 / 10 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 68

Notas
A fairly well developed version of A-T 480 The Spinning Woman by the Spring is followed by A-T 510A Cinderella. The kind girl of A-T 480 is identified with the person of Cinderella. In this tale the presence of Cinderella is revealed by the crowing of a rooster.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

480. - The Kind and the Unkind Girls (previously The Spinning- Women by the Spring. The Kind and the Unkind Girls) [Q2].

510A. - Cinderella. (Cenerentola, Cendrillon, Aschenputtel.)

 

Materiales adicionales

 

 

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