[ El niño y la niña ]

 

Este era un niño y una niña. Eran huérfanos y estaban una vez en su casa y luego... y luego la niña... tenía tres hermanitos y se murió su mamá y su papá y el niño... una vez el niño y la niña quisieron que les hicieran de comer. Detrás de su casa había quelitos gordos y le hicieron unos quelitos y... al comer los quelitos el niño se volvió toro. Y la niña lloraba sin consuelo cuando llegó un príncipe: —¿Por qué lloras, buena niña?
—¡Oh! ¿Por qué no he de llorar? Si mis hermanitos se volvieron toros.
—No te apures. Yo te llevo a mi casa y verás allí. Están muy a gusto.
—Entonces ¿a mis hermanitos en dónde los dejo?
—Los dejas allí en mi casa en el corral.
Y ella tenía... tenía la costumbre de salirse todos los días a bañar. Un día se salió a bañar con un vestido verde. Salió una vieja y le dijo: —¿Qué estas haciendo, buena niña?
—O, me estoy bañando.
Le dijo la mujer: —Niña, ¿me das un beso?
—No, no me dejan.
—Sí Dame un beso.
—No. No me dejan.
Y luego otro día se puso un vestido azulito. —Niña, ¿me das un beso?
—No. No puedo, no.
Y otro día fue y se puso un vestido blanco. —¿Me dejas darte un beso?
Y la niña no se dejaba siempre y se... se volvió la niña en una palomita y la mujer en vez de la niña se fue con el rey. Y luego que estaba allí le dijo: —No. Tú no eres mi mujer. Estás muy prieta.
—No, sí. Sí soy. Mira no más que de tanto bañarme me hice prieta.
Le decía el rey, dice que no era su hija. Su hermanito, no. Y el niño decía que sí, que era su hermanita. Y otro día se paró la palomita allí en su casa y ya viéndola luego dijo el rey: — Tengo que agarrar esa palomita.
Y la mujer, como no era ella, dijo: —¡No! ¡Yo no! ¡No la agarro! ¡Si no la agarro!
La niña siempre... el rey siempre la agarro. Entonces el hijo, los príncipes: —Póngame un papel común, y allí se la agarro.
Y el rey... los príncipes pusieron así un papel común.
Otro día se fue muy de mañana. Fue el príncipe a agarrarla y luego la puso en su mesa donde estaba comiendo y tomó chocolate y pan y luego le daba migajitas con chocolate. Y la mujer se enojó porque le daba pan y le decía que no, que no le diera, y que no, porque ya sabía quién era. Luego entonces le dio y le empezó a esculcarla para ver si le sacaba una espina y se volvió la niña.
Entonces dijo: —Mira. Tú me habías engañado. Dijo: —Esta niña no, no eras tú. Dijo: —Ora, eras tú otra.
Luego entonces les llamó a los esclavos que fueran y la agarraron y la agarraron entre dos mulas y la arrastraron. Este es el cuento de la niña.

 

Nº de referencia: 74

Al habla:
Sara Castellanos
(15 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Mezcala (Tepatitlán de Morelos, Jalisco), el 21 / 11 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 56

Notas
In the versions of A-T 408 The Three Oranges, elements I and III show considerable variety in Los Altos. Usually the incidents of the enchantment of the princess by thrusting a pin or a thorn into her scalp, the substituted bride, and the disenchantment of the princess by removal of the thorn are present, as in Nos. 56 and 58. Where these episodes occur, the enchantress is punished by being drawn asunder by horses (motif Q416). This tale is combined with elements of A-T 450, thus A-T 450, III a, b; IV d; 408, III, IV, VI Disenchantment by removing thorn; VII Punishment by dismemberment.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

408. - The Three Oranges.

450. - Little Brother and Little Sister.

 

Materiales adicionales

 

 

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