El cuerpo sin alma

 

Era un niño que salió del colegio y nunca había andado él, no sabía de campo. Y luego que salió le despachó su mamá a llevarle de almorzar al campo a su papá. Y él no dio con él más que se fue, ande y ande y ande, hasta que incontró en una loma un león, un lobo, un coyote y un gavilán y una hormiga que habían matado una vaquilla. Y se estaban ellos disgustando porque no podían hacer las paces y entonces dijo el niño. Dijo: —¿Si son conformes con que yo les haga las paces para que no se pelíen?
Dijo: —Sí. Sí, háznoslas.
Y él como por el estilo ya sabía lo que comía cada animal. Al lobo le dio toda la carne. Al león le dio la sangre. Al coyote todos los huesitos y todos los membritos del venidero. Al gavilán le dio las tripas y la hormiga la bazofia. Y ya quedaron ellos muy contentos.
Dijo: —¿Ya quedaron contentos?
—Sí. Ya quedamos. A la hora que te ves en un pricipicio aclamas a alguno de nosotros. Nomás dices y hay un, lo que sea.
Se fue, ande y ande, hasta que llegó al pueblo donde estaba el rey. Y luego le pidió que hacer al rey para pasarla. Y entonces dijo el rey, lo despachó allí con unos hortelanos a trabajar y salió muy buen trabajador y los que estaban, los sirvientes allí, ya no lo querían porque les quería quitar el lugar allí donde ellos. Y ellos por, no hallaban cómo echarlo fuera de allí. Tenían una poca de linaza, traían allí, cerca de una parte y otra. En la noche la revolvieron, los sirvientes allí, para echar el compromiso, para poderlo echar fuera. Le dijeron al rey se, le dijeron que ese joven se animaba a apartar en la noche todo lo que, todo eso en cada lugar.
Y entonces el rey mandó llamar al niño y le dijo: —¿Crees que tú te comprometes a apartar a cada lado eso?
—No, señor. Yo no. ¿Por qué modo?, dijo.
—Si no la apartas hoy en la noche penas de la vida.
Y entonces acordó de la hormiguita. Dijo: —Dios y una buena hormiguita.
Luego luego vino la hormiguita y le dijo: —Señores, ¿qué se te ofrece?
Dijo: —Que ahora en la noche convidas tú a tus compañeras y me apartan todo a cada lado.
Vinieron todas las compañeras de la hormiguita y pusieron todo a cada lado donde estaba la semilla esa. Ya quedó conforme el rey y siguió trabajando y siempre no los convino que estuviera allí. Y sabían que en un tiempo se le había perdido una hija al rey y no sabía dónde. Y ellos para echarlo juera le dijeron al rey que ése se compromete a entregarse su hija de donde esté. Le volvió a mandar llamar el rey y le dijo: —¿Tú te comprometes a entregarme mi hija que se me perdió un, ya tiempo?
Dijo: —No, señor. Pos, yo, yo, ¿de qué modo? Yo no sé dónde está.
Y entonces dijo él: —Pos, si no me la entregas penas de la vida.
Ya él no hallaba cómo saber. Y entonces se acordó. Dijo: —Pos, los gavilanes, sabe, andan por dondequiera. A ver si él me da razón.
Mandó, dijo: —¡Dios y un buen gavilán!
Y luego que vino el gavilán: —¿Qué se te ofrece, amo?
Dijo: —Y, a ver si sabes dónde está la hija del rey la que se perdió un, ya hace años.
—¡Aa! Déjame ir con mi padre a ver si él sabe.
Fue con su padre y dijo: —No.
Luego lo despachó con el abuelo. Dijo: —Sí. En tal tiempo supe yo que se había perdido ésa del rey. Pero está trabajoso. En la presa que está al pie de, del rey allí, al pie del pueblo, allí está debajo de siete llaves.
Dijo: —Entonces voy a ver de qué modo.
Y entonces le dijo al rey: —Yo necesito gente para cortar la presa.
Y ya luego para saber él. Dijo: —¡Dios y una buena hormiga!
Dijo: —Anda, a la hormiguita.
La despachó porque luego que se acaba la presa entonces ya dijo que había un león, y despachó la hormiguita a que, a que informara a ver dónde daba con las, dónde están las, las siete llaves, las siete puertas. Luego que fue él, fue la hormiguita. Se metió por las hendiduras hasta que llegó donde estaba la hija del rey y le preguntó que dónde, que qué modo había para eso y cuando estaba la hormiguita allí huele el cuerpo sin alma y dijo, dijo: —¿Qué huele por aquí?
Dijo: —No. Pos yo aquí sola. Pos, ¿qué hay aquí conmigo, teniente?
Y la hormiga oyendo. Y luego ya le habia preguntado que: —A ver, ¿de qué modo?
Y luego que se fue el cuerpo sin alma le preguntó la niña allí, que la muchacha, que a ver, qué modo hacían para sacarle.
—¿Para qué me preguntas eso? Nunca me has preguntado.
Dijo: —¡Uu! Pos, yo quiero saber no más porque aquí, ¿quién me saca? Entonces dijo él. Dijo el rey, dijo: —Pos, lo que necesites eso hay aquí. Empezó a, la presa empezó a destaparle y vino a dar el cuerpo sin alma.
Ya se sale él, malo como con escalofrío. Ya ni salía. Y ya destapando la presa, y allí halla un león del agua, muy bravo, un lobo y un puerco. Luego que destaparon la presa salió el puerco del agua.
Y luego luego dijo: —Dios y un buen lobo.
Y luego el lobo mató el puerco. No había quien le ganara. Luego el león, salió el león y el otro león lo mató. Y entonces ya que le siguió a la presa volvió a entrar la hormiguita y le preguntó a la muchacha que qué modo había para morir: —¿Qué modo hacía?, dijo.
—A la cadáver al destapar la presa en el asiento está una cajita y esa cajita tienen que abrirla y está una paloma y la paloma tienen que matarla y quebrarme un huevo en la frente.
Y entonces le siguieron destapando y el cuerpo sin alma ya muy malo que no sabía ni por qué, y ya entonces luego que destaparon la presa sacaron la cajita. Y luego que le abrieron salió la paloma y voló muy alta.
Y entonces acordó que el gavilán toavía tenía que ayudarle. Dijo: —¡Dios y un buen gavilán!
Y se vino el gavilán y llegó por fuerza en el viento y la agarró y se la trujo. Y luego la abrieron y le sacaron un huevo y ya que se le sacaron se fueron para dentro, abriendo puertas y puertas hasta que llegaron con ella. Y él ya muriéndose porque estaba muy enfermo. Llegaron y se la quebraron en la frente, el blanquillo. Y entonces murió el cuerpo sin alma. Sacaron la hija y luego el rey lo casó al muchacho con la hija y ya están ya casados.

 

Nº de referencia: 53

Al habla:
Pablo Alcántar
(50 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: San Bartolo (Tepatitlán de Morelos, Jalisco), el 7 / 10 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 35

Notas
This tale follows closely A-T 302.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

302. - The Ogre's (Devil's) Heart in the Egg. (Including the previous Types 302A *, 302B*, and 425P.)

 

Materiales adicionales

 

 

Los materiales de este sitio pueden ser usados y reproducidos para fines de educación e investigación sin fines de lucro, citando su fuente y sus datos correspondientes (informante, recopilador, transcriptor, etc.). Cualquier otro uso requiere autorización. Este sitio es posible gracias al apoyo de la DGAPA, proyecto PAPIIT IA400213

© Laboratorio de Materiales Orales. ENES, UNAM Morelia.