[ El hombre y la serpiente ]

 

Este era un hombre que iba a la leña. Iba él por un camino cuando oyía una voz cerca de unas piedras que decía: —¡Ven, sácame! ¡Ven, sácame!
El hombre se quedaba mirando para todos lados y no vía nada. Él se quedó asustadón. Dice: —Voy a ver esto. ¿Qué será? Espanto no hay aquí.
Al sin embargo se arrimó. Y va mirando una serpiente que la tenía una piedra agarrada. Ya le dijo la serpiente, dice: —¡Sácame, hombre, buen hombre! ¡Sácame de aquí de esta, de esta piedra!
Bueno. Él, como muy buen hombre que era, la sacó. La sacó de debajo de la piedra. Y le dice : —Ya me sacaste de aquí, dice. —Sabes que un bien con un mal se paga, dice: —Te voy a comer.
—Buena sierpita, dice. —¿Por qué me vas a comer? Yo te salvé la vida.
—Pos sí, dice. —Pero tú sabes que un bien con un mal se paga. Dice: —Mira, dice. —Entonces encontramos tres testigos y asegún lo que digan los tres testigos.
En seguida siguieron caminando por un camino cuando encontraron un burro flaco, muy flaco, cayéndose de flaco. Ya le dice: —Oye, burro. ¿Qué tan cierto es que un bien con un mal se paga?
Dice: —Es positivo, que cuando yo otro día que me cargaban carga del día a la noche, se me tenían muy bien asistido. A hoy que ya no puedo ni con mis huesos, dice, me soltaron a mantenerme al llano.
—¿Qué me tanteas, buen hombre? Es cierto que un bien con un mal se paga, dice. —Te voy a comer.
Siguieron caminando. En seguida encontraron un buey flaco con la propia suerte. Ya le dice: —Buen buey, ¿es cierto que un bien con un mal se paga?
Dice: —Es positivo. Cuando yo otro día que me trayían en la yunta levantando unos surcazos que apenas los podía, dice. —Me daban de comer muy bien. Dice: —Ahoy, no. Ahoy me soltaron a que me mantenga con lo que Dios me ayude.
Dice la serpiente, dice: —¿Qué le tanteas, buen hombre? Es muy cierto que un bien con un mal se paga. Se nos falta un testigo para ver si es cierto que un bien con un mal se paga.
Siguieron caminando. A poco andar encontraron un coyote que venía chapulinando. Ya les dice el coyote. Encontraron al coyote. Ya le dice la sierpe, dice: —¿Cómo te va, coyote?
—¿Cómo te va, buena sierpe?
—Oyes, coyote, dice. —¿Es cierto que un bien con un mal se paga?
Dijo: —Con sus asegunes. Con sus asegunes, dice. —¿Por qué?
Dice: —Este hombre me saca de debajo de una piedra que me estaba pachurrando. Dice: —Y ahoy me lo quiero comer.
Dice: —Vamos a ver en la parte donde estabas y en la forma que estaba.
Se devolvieron para atrás. Llegaron a las piedras. La sierpe le dice al coyote, dice: —Mira. Aquí estaba debajo de esta piedra y este hombre me la quitó.
Luego el coyote le dice al hombre, dice. Le hizo la seña que le ganara por un lado a la piedra. Le acomodaron la serpiente en la cabeza más o menos donde estaba antes. Tenía que echarle la piedra el hombre. Así lo hizo. Ya que la sierpe acomodó la cabeza el hombre le avienta la piedra y quedó otra vez agarrada la serpiente. Entonces le dice, dice : —Vámonos. Déjela ahí.
La serpiente le dicía: —Sácame de aquí.
El hombre le dice: —Ahí te estás. Dice: —Me querías comer.
Se fueron el hombre y el coyote platicando. Entonces le dice el hombre al coyote, dice: —Mira, coyote, dice. —No tengo con qué gratificarte. Dice: —Tú me has salvado la vida, pero en mi casa hay muchas gallinas. Dice: —Te voy a traer unas. Me esperas aquí, o ¿dónde me esperas?, dice.
—Aquí en este llanito muy parejito, aquí te espero.
—Bien.
El hombre llega a su casa y le dice a la mujer, dice: —Dame de almorzar. Dice: —Ya me muero de hambre.
La señora le arregla de almorzar. Y en ese mientras que le estaba arreglando de almorzar, dice: —Mira. Dice: —Arréglame unas cuantas gallinas para llevarle al coyote, dice. —Que me ha salvado la vida.
—Bien, dice la mujer. Como era de más mal corazón agarró tres perros que tenía y se les echa a un costal. El hombre acaba de almorzar. Agarra el costal creyendo que eran gallinas y se fue. Llega con el coyote y le dice: —¿Te las suelto de una por una o te las suelto todas?
Dice: —Suéltamelas todas para rejuguetearme con ellas.
Salen tres perros y le desgarraron todito. Y entro por un caño y salgo por otro y quiero que me cuenten otro.

 

Nº de referencia: 32

Al habla:
Pablo Lizordia
(46 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Acatic (Acatic, Jalisco), el 16 / 11 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 14

Notas

 

Ver los motivos
1) W154.2.1 - Rescued animal threatens rescuer.
2) J1172.3 - Ungrateful animal returned to captivity.

 

Ver los tipos

154. - The Fox and His Members (previously "Bear-food"). (Including the previous Type 160B*.)

155. - The Ungrateful Snake Returned to Captivity.

 

Materiales adicionales

 

 

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