La vaca y el toro

 

R. O. de A.: Vamos a contar que este... un caso, pos francamente verídico que sucedió aquí con este... con -nuestros padres que los fueron... los que este... lo, lo vieron, lo palparon ese... esa historia que ahorita, ahorita sigue.
C. O. de M.: Pos había, había un señor muy adinerado, completamente, que estee... Pos sí, era muy rico. Y este... tenía un mozo de mucha confianza y mucho ganado, y este... el patrón le dice al mozo: -¡Oye! Este... tráeme la vaca pinta para que se marque.
Y este fue a traerla pero a la hora de traerla y amarrarla en... en el bramadero entonces ella le habló y le dijo: -Dile a Ángel mi hijo que venga. Que no me mate, que soy su madre.
Claro está que este mozo se espantó bastante y corrió, pero pensando que qué iría a hacer. Se dirigió a ver a su patrón. Fue a ese y le dijo, dice: -Patrón, necesito hablar con usted.
Le dice: -Puedes hablar lo que quieras.
Dice: -Pero es un secreto.
Sale el patrón y le comunica lo que le había pasado y este no lo cree. Le amenazó hasta de muerte. Y le dice: -No, patrón. Vaya usted, que precisa.
Entonces dirigió el patrón con él a, a donde estaba el animal y le dice. Fue y se paró en frente del animal y le dice a él, dice: -¿Ya ves como a mí no me habla? Dice: -Mire usted. Dice: -Ahorita voy a desatarla y voy a traer el fierro para marcarla.
La va a desatar y le dice: -Ángel, no me marques que soy tu madre.
Entonces el patrón se espantó pero a la vez le dio coraje. Voltea y le dice al mozo, dice: -Mira. En este cañón de mi pistola vives si tú narras esta historia. Dice: -No quiero que digas nada.
Entonces el mozo le dijo: -No, señor. Aquí queda nada más.
Entonces arreglaron un cuarto en su casa del patrón, el mejor. Pasaron el animal y allí le daban de comer. Allí lo atendieron como a una persona. Pasó tiempo. Después este... el patrón dispuso un viaje a ver unos potreros, lejos. Y le dice al mozo este: -Ensilla a los caballos y vamos a salir.
El mozo así lo hizo y así que estaba todo arreglado dice: -Patrón, estamos listos.
-Bueno.
Se fueron, pero ya caminando, un camino largo. Entonces vino un remolino que los oscureció de tanto polvo. El patrón, pos, se fue. No supo el, el mozo no supo de eso. Cuando se pasó el remolino entonces lo buscó él, el mozo y no apareció. Y corrió todo camino a buscarlo y no lo encontró. Dispuso regresarse para su casa... del patrón y todavía no llegaba. Cuando llega el patrón se enojó mucho y lo quería, le quería pegar.
Y dice el mozo, dice: -Pero, patrón, si yo le busqué. Yo lo seguí y no lo pude encontrar. Y este, y entonces se fijó el mozo que todo llegó arañado y desde esa fecha el mozo, pues, ya no quiso seguir con él por miedo de lo que pasaba. Entonces el patrón pos tuvo que buscar otro mozo y lo tenía allí.
Y entonces quisieron cambiar un toro por otro que le ofrecían y dice: -Bueno. Dice: -Amarra, amarra el... el toro barroso, dice, -que vamos a cambiarlo por otro que está mejor.
Y este señor, pos, fue y lo amarró igual y ya le avisó al patrón.
-Ya está el toro, patrón.
Dice: -Bueno. Vamos a ir a, a, a llevarlo.
Vino y lo desató él mismo y el patrón ya se iba cuando le dice: -No, hijo. No me lleves, que no quiero salir de aquí.
Y entonces espantó el patrón y dice: -¿Qué hacemos?
Pero con groserías, porque era muy malhablado el señor. Y dice: -Bueno, dice. -Regrésalo.
Y al llegar otra vez a su lugar, le dice: -No, dice. -No, hijo. Yo soy el dueño aquí. Soy el que mando. Soy tu padre.
Y en esa forma el patrón pues sintió muy, muy feo por saber esas palabras, de que era su madre la vaca y el toro su padre. Y entonces hizo lo mismo, pues llevárselo a, a su casa y en otra pieza le hizo lo mismo de como a la vaca. Allí le llevaban de comer y los siguió... Los cuidó como si fueran personas.
R. O. de A.: Pues sí, y esa familia también tenía unas hijas.
C. O. de M.: Esas hijas, pues ninguna, ninguna se veía y ya eran de edad y ninguna que tuviera un pretendiente. Y tenían este... dos perros grandes. Compraban carne, compraban leche en abundancia, en la mejor era la comida para los animales y sus colchones eran unos sillones para que dunnieran, unos cojines muy suavecitos. Y este... pues estaban los perros, claro está, muy bonitos, muy bien cuidados y a la hora de ir a sus habitaciones las... a sus recámaras, las muchachas cada quien llevaba su perro a su recámara.
R. O. de A.: Esos animales eran sus propios amantes de esas muchachas.
Ahí venía toda la descendencia pues este... se puede decir con una maldición a cuestas. Y este... eso lo, lo narraron nuestros padres, nuestros antepasados que así se dieron cuentas porque ya así lo contamos nosotros en esa forma que fue verídicamente... Y ya este... Y todavía viven personas todavía de aquellas descendencias.

 

Nº de referencia: 307

Al habla:
Refugio Olmos de Alemán
(33 años)

Consuelo Olmos de Martín
(50 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Coatepec (Coatepec, Veracruz), el 13 / 8 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 70

Notas
The informants initially showed some reluctance to record this narrative because the protagonists were all members of a family whose descedants still reside in Coatepec. After considering the matter they decided to narrate the legend and omitted the names of the parties concerned. The discussion following the narration provided a possible reason for the legend. In the community, the transformation of the parcnts into a bull and a cow, respectively was considerecl a humiliation because the family previously had been considered very haughty and selfish. lts members gave no alms and instead of donating left over food to thc poor and needy, they threw it away. The informants and Reynaldo Suárez Morales, who was present at this recording session, commenteel several times concerning the fright caused by this story. Refugio Olmos rumpled up her hair and remarked that story-telling made it stand on end. Thc legend was told to the informants by their mother, who was in the habit of narrating this type of legend. In this connection, Consuelo Olmos commented: "Mi mamá nos contaba muchos casos así, de noche. ¡Tanto relato que sabía!" It is not clear whether the bull and the cow were humans who assumed animal form while living or whether they were reincarnated as a bull and cow respectively [E611.2.1, E611.21. Certainly the legend does not involve nahualism as it is considered to be practiced in Veracruz.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

. -

 

Materiales adicionales

 

 

Los materiales de este sitio pueden ser usados y reproducidos para fines de educación e investigación sin fines de lucro, citando su fuente y sus datos correspondientes (informante, recopilador, transcriptor, etc.). Cualquier otro uso requiere autorización. Este sitio es posible gracias al apoyo de la DGAPA, proyecto PAPIIT IA400213

© Laboratorio de Materiales Orales. ENES, UNAM Morelia.