El coyote nahual

 

Se llamaba este Apolinar, Apolinar este... Landa. Sí, el padre de los dos muchachos, de Felipe y de Anastasia. Y ya este le dijo a Felipe: -Agarra la carabina y cuando el coyote brinque allá y se meta pa la mancha del capulinar que se vaya la pistolera y que le eche gritos pa que salga pa arriba, rumbo de acá para Jalcomulco.
Bueno, pos áhi tiene usté que como estaba lluviznando, pos estuvieron pendientes ellos jugando rayuela cuando ven el coyotote que allá venía por la loma, buscando la mata así. Y ya subió. Brincó al corral así y se pa... estaba parado mirando hacia allá, todo. Y este... allá está entonces. Allá está y ya brincó para el otro lado y se jue. Y ya se jue Felipe cubriéndose con el corral de piedra y a esperarlo allá ande brincaba. Sí. Bueno, pos este... Ya una vez que llegó allá ande le iba a esperar que tenía que salir así, brincar el corral, áhi lo esperó. Le empezaron a gritar y se vino el coyote. Se vino y se vino y brinca al corral. Y se queda voltiando pa atrás, a la bulla de los cachorros y los chiquillos y le tira un tiro y lo tumba y cae al otro lado y le da el otro balazo. Y vivo. Ya corrieron y que le amarran las patas. Se lo llevaron arrastrando a la casa. Bueno. Ya que ordena su papá: -Hagan un montón áhi de basura, de leña y áhi lo vamos a echar que se queme.
Como a la hora se ven tres nacos que venían de allá pa acá. Corri y corri.
Hacían que no, que no lo quemaran. Era de su comarca de ellos el brujo ese. Que lo echan y áhi se reivivo [sic]. Áhi se retorcía en la lumbrada. Y agarró don Apolinar su escopeta: -Aquí no hay quien se meta. El que se meta se muere.
-¡Véndanoslo! ¡Seis centavos de sangre o seis centavos de corazón, pa revivir al otro!
Allá había ido a cáir en naguales y el tónal era el que s'iba a quemar. Era el tónal de aquel... el coyote. Pues allí se achicharró y áhi se coció y todo y a los ocho días tenían... entonces venían pa Coatepec. Traiban carbón y al pasar la vía de, de Roma y este... ¿Cómo se llama la otra?... Muñoz, pasaba camino para, pa Coatepec, que allí le asaltaron los compañeros de aquel y lo espantaron. Lo azoraron pero traiba así una virgencita de Jico y agarró l’estampa aquí. Sí. Y su machete, ¡cómo se defendió! Pero quedó medio tartamudo del espanto que le dieron. Y ya su papá venía más atrás, con este... Anastasia. Y siempre... Ya se platicaba aquí y se sabe que es este tartamudo.
¡De valor! Si no, lo matan. Por eso como dice el dicho: -Sin Dios no quiero nada. Con Dios lo que sé hacer, que se haga su voluntad.
Y se acabó el perjuicio del coyote y allá cayó el naguale. [Risa] Ahi lleva usté un pedacito del naguale.

 

Nº de referencia: 304

Al habla:
Sebastián Morales
(77 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Xalapa-Enríquez (Xalapa, Veracruz), el 22 / 7 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 67

Notas
The coyote who figures in this legend is actually a human who has assumed animal form through transformation. Apparently the transformed human has been causing harm to Apolinar Landa, who prepares a bullet in a prescribed fashion for the purpose of killing the nahual in the form of a tónal. He and his sons then do so and in order to prevent transformation back to human form, has the coyote tied and then burned. The appearance of the three children on the scene asking for the body of the captured animal is the clue to the original human form of the coyote. An added popular note is the vengeance wrought by the companions of the dead nahual on one of Landa's sons. Legends that deal with an injury to a human while transformed into animal form abound in Hispanic tradition [D702.1]. Julio Caro Baroja notes a legend of this type from the Basque provinces of Spain in which a man heats a cat that he has caught drinking his milk. The next day an old woman in the village has one arm in a bandage [D702.1.1] (Caro Baroja, p. 234). This type of narrative is particularly frequent in the extended area of Mexican cultural influence, from California, New Mexico, and Texas through Mexico and perhaps beyond. In view of its presence in peninsular Hispanic tradition, it would be hazardous to attribute to it a strictly American origin.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

. -

 

Materiales adicionales

 

 

Los materiales de este sitio pueden ser usados y reproducidos para fines de educación e investigación sin fines de lucro, citando su fuente y sus datos correspondientes (informante, recopilador, transcriptor, etc.). Cualquier otro uso requiere autorización. Este sitio es posible gracias al apoyo de la DGAPA, proyecto PAPIIT IA400213

© Laboratorio de Materiales Orales. ENES, UNAM Morelia.