[ Los animales ]

 

Este era un señor y una señora que tenían un par de palomos. Una vez se celebró el día del santo de la señora y mataron a la paloma. El palomo ya se vio muy triste porque ya estaba viudo y se fue. Dicidió retirarse lejos de su casa. Ya iba por allá volando cuando se encontró un gallo y dijo: —Buen gallo, ¿por qué andas tú acá?
Dice: —Fíjate no más. En mi casa mataron a mi gallina y yo ando muy triste.
Dijo: —¿Dónde anda, amiguito? A mí también. Me mataron a mi paloma. En seguida se encontraron a un burro. Dice: —¿Por qué andas por acá, burro?
Dice: —Fíjate no más. Ya mi amo no me quiere porque ya estoy viejo y ya no puedo colocar lo que me echa y me da muchos palos. Y dicidieron matarme. Mejor yo me quise salir de mi casa.
En seguida más para allá se encontraron un toro, y le dijo: —Buen toro, ¿qué andas haciendo acá?
Dijo: —Fíjate no más. Ya mis... andando por acá, andando no más, porque ya en mi casa no me quisieron y por esto estoy muy flaco.
Dijo: —Vente. Vámonos, amiguitos.
Se fueron caminando hacia la sierra. Decidieron que hay unos, uno coronel y otro presidente y licenciado. Así decidieron entre los animales. Pusieron como guía al palomo. Hicieron porque ese, porque puede elevarse muy alto y todo, muy hábil cuando él se va seguido de los otros.
En seguida se fue y más para allá se encontraron a doce elefantes comiendo con un león y le dijo: —Miren. Acá está. Hay carne, que acá podemos nosotros comer.
En seguida se fueron los que comían carne. Les creían que el burro y el toro, que no comían carne porque allí no había tortilla. Y comieron carne pero no pudieron y allí cuando estaban comiendo llegaron unos osos y les quisieron comer a ellos. Los osos largaron y se espantaron también ellos y los animales también. Corrieron desaforados y no pararon hasta encontrar a un, a un elefante.
Y dijo: —Buen elefante. Aquí nos das la carne o te matamos a ti.
Y viendo que traían al león, al rey de los animales, mejor decidieron dársela, la carne. Y se fueron, le colgaron de la cola del burro y la cola del león. Se la amarraron. Allí ese llegó arrastrando al león.
Más adelante ya encontraron a unas, una cueva en que habían muchos elefantes. Y allí sí tuvieron miedo. Y dice: —Ahora se acaba.
Los vio allí un elefante más adelante y dice: —¿Por qué me corrían?
—Venían demonios porque te descorría el monstruo infernal.
Dijo que si fueran a su cueva y allí comerían todo el tiempo que quisieran.
En seguida llegan a su cueva y allí comieron hasta que se cansaron. Allí había cuestiones distintas y había granos de maíz para los... para el gallo y para el palomo.
Luego hubo un disgusto entre los elefantes y los animales. Y aquí se fue el burro, fue a darle un par de patadas al elefante que el elefante casi se puso zonzo. El toro le da una cornada que casi lo destripó. El gallo lo que hizo fue darle un par de patadas y ya tenía los ojos ya cerrados y el palomo pues se paró allí en la peña y dijo: —¡Currucutucú! ¡Currucutucú!, decía.
—Que ya oíste que le decían que se colocaban allí para matarnos.
Y se decidieron ellos que los iban a matar de veras y mejor corrieron dejando la cueva.
Y a poco tiempo andaba por allí un cazador y estaba el gallo parado en la puerta allí de la cueva y le tiró su, le tiró un balazo el cazador y cree que lo mató. El gallo no quiso bajarse allí de la cueva abajo.
En seguida se fue el cazador a agarrarlo pero no vio que, no lo halló. Se metió a la cueva y el toro y el burro estaban escondidos detrás de la puerta y cuando quiso entrar el cazador el burro le da un par de patadas y el toro que lo cuerna, allí lo matan.
En... su hijo que se vía cerca oyó un sonido, también se dirigió hacia allí. y lo mismo al entrar quiso también darle el toro la cornada pero no pudo porque el niño lo vio que era toro y mejor se devolvió. Fue a su casa y trajieron más hombres y al querer matar los animales.
Pero los animales se cambiaron de allí. Se fueron a una barranca. Allí estaban. Es que allí pasó un cazador también que andaba por ahí en busca de coyotes. Y al verlo, a los de, el gallo, el cazador, lo tiró un balazo y lo mató. Entonces todos los animales allí se juntaron a verlo morir porque ya estaba muriéndose. Y acabó.
Ya que ve que esos son muchos animales va a avisarles a los demás el cazador que andaba allí, a sus compañeros. Allí matan a todos los animales y ésos van. Se encuentran con el tíguere y creen que al toro que traían lo habían matado ellos y al león que traía el burro colgando de la cola, creen que también lo habían matado. Y mejor no quisieron hacerle nada y van a su casa y las pieles las curtieron muy bien. Las vendieron muy caras y se hicieron ricos. Y yo creo que están ricos. Y salgo por un caño y salgo por otro, que si les gusta les cuento otro.

 

Nº de referencia: 30

Al habla:
Francisco Cornejo Romo
(14 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Jalostotitlán (Jalostotitlán, Jalisco), el 10 / 12 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 12

Notas

 

Ver los motivos
1) B296 - Animals go a-journeying.

 

Ver los tipos

130. - The Animals in Night Quarters. (Bremen Town Musicians.)

 

Materiales adicionales

 

 

Los materiales de este sitio pueden ser usados y reproducidos para fines de educación e investigación sin fines de lucro, citando su fuente y sus datos correspondientes (informante, recopilador, transcriptor, etc.). Cualquier otro uso requiere autorización. Este sitio es posible gracias al apoyo de la DGAPA, proyecto PAPIIT IA400213

© Laboratorio de Materiales Orales. ENES, UNAM Morelia.