El que se casó con una bruja

 

El señor no era brujo y se hizo de esa señora no, no porque... sabe. Tenía entendimiento que era bruja. Así salmamente [?]. Y esa señora, porque es este... es una cooperativa entre todos, ¿no? No más de aquí salen todos. Salen unos de aquí. Salen otros de Jico, otros de Tiocelo y otros. Y se junta aquella cooperativa, ¿verdá? y se van a ande van, a perjudicar, ¡Uu!, a hacer su banquete por áhi.
Y esa había... este... áhi tiene usted que el señor lo, se dormía y llegaba como horas, llego yo ahora cansado. Se acostaba y que mi señora, una apariencia, fuera bruja. Echaba su lonchi, se arreglaba y así que ya a este lo vía ya que estaba con profundo del, del sueño se paraba en el, el bracero. Como ora aquí. [Indicating a distance of some ten feet]. Y tenía una, tenía un tenate, de un tompiate. Bueno, un tenate, y allí este... tenía dos botellas de las porquerías, con perdón, con que se untaban las coyonturas y todo. Y se voltiaba. Ponía pa’ dentro la, la cara y la espalda así, y decía: -¡Sin Dios y sin María, pa’ ande voy!
Y daba la manchicuepa y por la chapa de la puerta o por una rendija se colaba y s' iba. Y ya por allá se incorporaban y s' iban al daño hasta la parte donde iban a perjudicar. Y ya este le... tanto y tanto cuando ya como él... una pa’ las dos de la mañana volvía a venir, que volvía a venir. Y ya le iba a tentar a ver si ella estaba dormida, y aquél se hacía que estaba bien dormido.
Pues que así estuvieron un tiempecito y aquel hombre sus amistades, compadres, familiares: -¡Pero, hombre! Esa mujer todos los días, todas las nochis, la ven que se sale una bola de lumbre y se va. Que salen unas nubes de humo y van hacia el cielo.
Tanto y tanto le caló y un compadre le dice: -Mira, compadre. Dice: -Lo que puedes hacer, hazte dormido y cuando son las doce de la noche te levantas y vas a ver lo que tiene en aquel tenate. Allí tiene sus onturas, sus porquerías. ¡Bueno! Y se las esconde y tiene que llegar y tiene que dir a ver aquello.
Bueno. Y este dice: -No. Lo mejor es que cuando se vaya a la hora, a la media hora, o más o menos, yo también me unto y me voy a alcanzarla a ver a dónde va.
Bueno. Pos áhi tiene usté que así lo hizo. Se jue la mujer aquella y como a la hora fíjese y se para y que va a ver y se hace un imbido como se untaba y todo. Y que se va y se para en el bracero, y que dice: -¡Sin Dios y sin María!
Bueno. Y jue a caer en el banquete como ora aquí una apariencia aquí donde estaban todos rodeados que iban a comer. Y se admiraron, los demás. Bueno, terrible. Y ya le dice su señora: -¿Venites a alcanzarme?
-Sí, vine a alcanzarte.
-Bueno. Pos, vamos a comer. Ándale.
Con perdón de usted, dicen, ¿no?, porque no he visto que todo el arrocero era de ande iban a chupar la sangre y todo. Que ellos chupan la sangre de uno y la amarga no pueden. Bueno, pos este... ya que le dice su marido: -Oyes, dice. -Sólo una cosa falta aquí para comer. Ya ves que estoy acostumbrado.
-¿Sí? ¿Qué falta?, dice.
-Pos, la sal.
Dice: -No, aquí cómelo. Así comemos nosotros.
Dice: -No. Aquí dame la sal, porque yo estoy acostumbrado a echarle a mi comida sal.
Bueno. Pos, áhi tiene usted que pos no. Y ya dice que allí este al, al empezar a comer los otros, agarró él aquel pedazo de tortilla: -En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Y se quedó aquí todo vacío, aquí todo. ¡Vaya! Y se desparecieron todos. Lo que en un momento llegó a donde estaba el banquete en un año no llegaba a su casa. Y se encontraba en un arrabal. ¡Vaya! Que se entiende completamente destrozado. Pues llegó. Llegó a la casa y lo estaba esperando la vie... la mujer aquella. Pos, luego lo transformó en burro. Y ya buscó quien lo curara y jue para su perjuicio, porque se... entonces le perdió la vista a la eterna memoria. Por eso son malos los malhechores, los, ¡ay!, brujos.
Y tienen su rey como gobernante que es el que dirige todo, la comarca. Y la matriz de la brujía está en España. De allá renace. De nación nada más con ver a usted y usté está este... perjudicado, algo así, le dice a usté, porque en efecto, que lo hizo Julana o Julano. Por esto van las venganzas así. El desquite es éste. Y el que lo trai de nación lo cura usté. Nomás le da usted una botella de agua como hiel amarga amarga y con eso se salva usté. Y jamás y nunca lo mandan perjudicar a usté. Pero si usté quiere, por ejemplo, tener una pretendienta, burlarse de ella y dejarla, ya estuvo el clavo. Y por eso aquí hay muchos impedidos, muchos malvados, muchos tiestos, muchos ciegos de todos modos. Sí, señor. Y ese es la... ese es el motivo.
Es que el mero jefe de ellos, que los manda es el mero nahual. Como áhi, ande va usté aquí a Jico hay unos buenos áhi. ¡Aa! ¡Me tienes de comer y con nadie, nadie se mete con uno! ¡No, señor! No, no. Y eso, ¿sabe usté por qué se venga? Por las envidias en la agricoltura, por las envidias del ganao, o de las bestias. Te quieren tener y no pueden. Pues de áhi viene la... hasta demencia, desde en distintas formas. Por eso, mire usté. La primer [sic] base es que cuando persinan la comida, porque está en más enredado con uno de ellos. Por eso como dice, como le dije a usté, pa la yerba la contrayerba. Porque ellos, todos esos no creen en Dios. Bueno. Áhi tiene usté. Creen y no oyen, incrédulos esos de todos, ¿no? Pero, ¡sin Dios, nadien! Porque Dios es quien todo lo puede y yo no quiero nada. Con Dios lo que Dios quiere y disponga hasta bien dispuesto.
Había un compadre, que ese tenía unos chamaquitos. Como era, estos que, que salieron a vesita. Fueron a vesitar otros compadres y áhi tiene usté que, que no estaban. Y le preguntan. Uno de aquéllos era ahijado de un compadre de esos que fueron a vesitar: -¿Dónde está mi compadrito?
-Pos, se jueron por allá. S' iban al río a agarrar camarón, creo yo.
-Bueno, y tú, ¿qué sabes hacer?
-¿Que yo? Dice: -Yo he hecho manchicuepa, dice, -y ya me vuelvo
zorrillito.
-A ver, le dice el otro compadre. -Pos, a ver. Y da la manchicuepa y cai zorrillito.
-¿Y tú?
-Yo también.
Pero eso ya lo train de la naturaleza, de arriba. Y áhi van aprendiendo, lee?, con las mujeres. Las mujeres. saben unas maldades y tienen otras. Que está pasando mala vida, que tiene el hombre con la mujer. ¡Ay, esta porquería!, con perdón de usted. Lo transforman, pierde su sentido, pierde su memoria, y todo. Eso es la brujía, lee? A palos, va a matar el venado, o matar un perverso, como ese que este... le platicó aquí la señora que este... subía arriba uno de un animal a... Es el naguale, que aquél era pretendiente de la mujer que existía allí en esa casa. Y allí aletean y aletean y aletean hasta que abren aquí las tejas, acá abajo. Se bajan y una vez que cae abajo ya se transforma en cristiano. Sí. Y ya una vez se convierte, pues ya a salir.
Pero pa tirárselo allí que, que caiga dentro uno se lo sabe. A la pólvora se le echa este, se echa la, la pólvora y de allí se le echa una, una palmita, una apariencia. Una palmita. Así como está así se hace la crucecita. Mire. Y esa se raja. En el taco que se le mete pa detener la, la pólvora, que no se salga, se raja, se quede así. ¡Aa! Queda así. Ya sobre del taco se le pone uno encima, aquí así. Ya se echa todo el plomo. Y ese plomo también se le hace una cruz. Tres postas, o una bala o lo que sea y ya el fulminante, el casquillo. A la chiminea se le hace una rayita así, acá en el fundito. Una cruz así, bien bien. Se mete. Y al otro taco se aprensa bien y se le mete una palmita chiquita de dos ojitos y ya se mete pa abajo. Y ya entonces ya la carabina en la boca se le hace aquí así, una cruz. Y que le echen aquel diablo a ver si no lo puede hacer. Si no lo mata así.

 

Nº de referencia: 277

Al habla:
Sebastián Morales
(77 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Xalapa-Enríquez (Xalapa, Veracruz), el 22 / 7 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 41

Notas
This tale is a synthesis of much of Hispanic belief in witchcraft. The initial narrative provides abundant detail as to how witches travel, their form, activities, and organization, the harm that they can do, and their relations with humans. The beliefs expressed here by Sebastián Morales display a strong affinity with the general features of Hispanic belief in witchcraft as it appears in Mexico and in Spain itself. Little if any of the narrative can be attributed to Mexican indigenous sources. Certain of these features can be documented both in Europe and in the folk belief of other countries of Hispanic America. Sebastián Morales reports that the witch removed two bottles from a basket that she kept near the cooking area in the kitchen. From them she took a liquid, porquerías “filth”, Morales calls it, with which she anointed her joints. Julio Caro Baroja and José María Castroviejo report the same practice from Spain and Rodney Gallop from Portugal. Caro Baroja notes the following belief from Cernégula, province of Burgos, Spain: "The witches anoint themselves before leaving their houses with an ointment that is as black as pitch, kept under the flag-stones on the hearth." Jaramillo Londoño outlines a similar process from the oral tradition of the department of Antioquia, Colombia. There is a clear consistency in the wording of the charm uttered by witches when they prepare to fly. Morales does not make clear that the words are a charm but he says them clearly: "¡Sin Dios y sin María! Pa onde voy." With minor variations of wording is believed elsewhere in Mexico: "¡Sin Dios y sin Santa María!" Caro Baroja cites a similar charm from Spain: "Sin Dios y sin Santa María, ¡Por la chimenea arriba!" Two of Aurelio M. Espinosa's tales, one from Granada and the other from Córdoba, are sed upon the witch's charm and her apprentice's inability to repeat it properly. In these tales the formula is given as "Envía, envía, sin Dios y sin Santa María" and "Sin Dios ni Santa María, de villa en villa." The Colombian wording is similar to the Mexican, o creo en Dios ni en Santa María," as is the Venezuelan: "Sin Dios ni Santa María." Rodney Gallop quotes a somewhat different formula from Portugal: Above the brambles And below the olive trees." "Por cima de silvaes E por baixo de olivaes. Sebastián Morales clearly places in Spain the seat of witchcraft as practiced in his region Mexico. Likewise, the king of all witches resides there. It is not surprising that an lettered informant should express such a belief. Spanish colonists brought to the New orld the traditional belief of witches and wizards meeting in the "Cueva de Salamanca." Julio Vicuña Cifuentes says, concerning such meeting places in Chile: "El lugar donde los brujos celebran sus aquelarres se llama Cueva de Salamanca o simplemente Salamanca." In central Veracruz in the vicinity of Jalapa, the town of Jico is the community popularly considered to be most frequented by witches. The statement to this effect by Sebastián Morales was confirmed by informants in nearby towns but not by informants from Jico itself. An informant in Acajete, Veracruz, mentioned San Andrés, a village located on the western outskirts of Jalapa, as another community that has a concentration of brujos. The final paragraph of this narrative is a fairly detailed description of the process by which one prepares a magic bullet that will kill a witch, the devil, or another supernatural being.

 

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