Los siete cabritos

 

Este era una cabrita que tenía siete cabritos y luego un día fue a traer leña y les dijo a sus hijitos: —Hijos míos, ando... Quiere el lobo comérselos y cuando yo venga, dice, —vean que luego que tenga media patita blanca.Y si no, no le abran la puerta. Primero le dicen que hacerme una patita y si la tiene blanca le dejan entrar y si no, no.
Y entonces el lobo se estuvo listo y ya que la cabrita iba acostumbrando su ruta. Entonces fue y luego les tocó la puerta y les preguntó quién era: —Soy mamá cabrita, hijitos míos. Ábranme.
Y luego los cabritos le dijeron: —Enséñenos una manita a ver si la tienes blanca, y si la tienes blanca, eres mi mamá y si no, no.
Y luego entonces ya se la enseñó y la tenía prieta. Y entonces fue y no le quisieron abrir. Y ya entonces fue con un, con un pintor y le dijo que le pintara media patita blanca y luego se la pintó.
Luego y ya, luego llamó a la puerta y luego le dijo: —¡Ábranme!
—¿Quién toca?
—Pos, soy... su mamá cabrita, hijitos míos. Ábranme la puerta.
Entonces les enseñó la patita y luego que la vieron que la tenía blanca le abrió. Y luego vieron que era el lobo. Entonces uno se escondió debajo de la máquina, otro debajo de la cama, otro detrás del sillón, otro detrás del ropero y todos se escondieron. Y lo malo es que el que se escondió detrás de la puerta, y el que estaba a un lado del burro, a esos dos se los comió.
Y luego entonces ya tocó la puerta la mamá cabrita y entonces dice: —Ábranme la puerta, hijitos míos.
Y luego entonces ya la abrieron y vieron que era la mamá cabrita y entón le contaron su suerte, que les dio un miedo enorme, que se había comido dos. Y luego entonces se fue con un leñador y le dijo: —Señor, ¿no vio pasar por aquí un lobo?
—Sí.
—Pos, fíjese que yo me fui a la leña y luego se comió a dos hijitos míos.
Y luego entonces se fueron a la regla donde habían visto echar la... donde estaba dormido y entonces fue y le dijo el leñador a la señora, a la cabrita, le dijo: —Mire usted. Va y se trae un cuchillo, unas tijeras y una aguja ensartada, y luego se viene, dice: —y yo me llego a llamar.
Y luego se fueron y luego le abrieron el estómago al... y estaba, vieron que estaba dormido el lobo y entonces le abrieron el estómago y ya sacaron a los, a los dos cabritos. Y entonces les dijeron: —Váyanse a corre y corre, dice, —porque si dispierta el lobo se los vuelve a comer.
Y luego le cerraron el estómago con la aguja. Echaron piedras adentro y luego éste le pegó mucha sed y luego fue a tomar agua al río y se cayó de cabeza. Este es el cuento de los siete cabritos.

 

Nº de referencia: 27

Al habla:
Elvira López
(16 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Mezcala (Tepatitlán de Morelos, Jalisco), el 21 / 11 / 1947

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1970. Mexican Tales and Legends from Los Altos. Berkeley: University of California Press, núm. 9

Notas
No version of A-T 123 "The Wolf and the Kids" appears in the Mexican tale collections that I have consulted. It is widely known, however, in Los Altos and is told by adults as well as children.

 

Ver los motivos
1) J144 - Well-trained kid does not open to wolf.
2) K1839.1 - Wolf puts flour on his paw to disguise himself.
3) F913 - Victims rescued from swallower‘s belly.
4) Q426 - Wolf cut open and filled with stones as punishment.

 

Ver los tipos

123. - The Wolf and the Kids.

 

Materiales adicionales

 

 

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