Juan el tonto y Pedro

 

Les voy a relatar la historia de Juan el tonto y Pedro. Había una vez dos hermanos que tenían su mamá. Pedro fue una vez a cortar leña y le dijo a su hermano, Juan el tonto, que cuando calentara el sol pusiera a calentar agua y bañara a su mamá. Y una vez que la bañara le diera de comer y la sentara en la puerta.
Le dice: —Sí, hermanito, vete. Y la voy a bañar y la voy a sentar en la puerta.
Se fue Pedro a cortar la leña y Juan se quedó a bañar a su mamá. Juan el tonto calentó mucho el agua y bañó a la mamá con agua hirviendo. La señora se quemó y la vistió y la sentó en su silla en la puerta.
Cuando llegó Pedro le dijo: —¡Ay, Juan! ¿Qué hicistes? ¿No ves que quemastes a mi mamá?
Dice: —No, manito. Es que mi mamá está muy viejita y tiene mucho frío. Por eso la arropé, dice. —Y le di su cigarro pa’ que lo fume.
Y la viejita estaba bien muerta.
En eso llegaron unos ladrones a la... a ese pueblo y los hermanos tuvieron que huir, tuvieron que huir hacia el campo. Entonces les llegó la noche en el campo y se... y se acordaron de que habían dejado una puerca en su casa.
Y le dice Pedro a Juan: —Juan, ve a recoger la puerca y te la trais.
Entonces Juan el tonto regresó a su casa y en lugar de llevar la puerca lleva la puerta. Y se fue caminando a encontrar a su hermano. Y lo ve Pedro y dice: —¡Mira, Juan! ¿Qué es lo que trais?
Dice: —La puerta, hermano.
Dice: —¿No te dije que la puerca? Dice: —¡Ora ya ni modo! Dice: —¡Ni modo que te regreses porque los ladrones te van a agarrar!
Y se acostaron en un árbol arriba, trepados en la puerta y la amarraron. Se acostaron allí arriba. Entonces a media noche llegaron los ladrones abajo de ese árbol.
Y Juan tenía muchas ganas de... de obrar. Le dice: —¡Ay, hermano! Dice: —Tengo muchas ganas de obrar.
Le dice: —Pero, Juan. Dice: —¿Cómo te vas a obrar ahorita? ¿No ves que los ladrones están allí abajo y se van a dar cuenta que aquí estamos?
Dice: —Pos, yo ya ni aguanto las ganas de obrar.
Dice: —Pos, te voy a decir que obres pero despacito despacito.
Dice: —Sí, hermano.
En eso los ladrones estaban comiendo abajo y Juan el tonto empezó a obrar y por más despacito que hizo... se obró. Y a la hora esa se le cae un mojón... y le cayó al ladrón en la cabeza. Y salen los ladrones [en] estampida.
Dicen: —Aquí es el diablo el que está aquí, porque me ha cagado en la cabeza.
Salieron los ladrones corriendo dejando todas sus riquezas y Juan y Pedro se volvieron muy ricos. Y desde entonces fueron unos hermanos muy ricos con las riquezas que los ladrones dejaron olvidadas en la huida.

 

Nº de referencia: 249

Al habla:
Leopoldo Ruiz
(22 años)

Recopilado por:
Stanley L. Robe

Registrado en: Yanga (Yanga, Veracruz), el 6 / 8 / 1965

Transcrito por: Stanley L. Robe

Ver en el mapa: localidad / sitio de documentación / lugares mencionados

 

Este relato fue publicado en:

 Stanley L. Robe, 1971. Mexican Tales and Legends from Veracruz. Berkeley: University of California Press, núm. 14

Notas
This tale contains two of the more frequent types that in Mexican narratives concern the trickster Pedro de Urdemales. The informant does not use Pedro's complete name here. He prefers to characterize Juan, the stupid brother.

 

Ver los motivos
) -

 

Ver los tipos

1013. - Bathing (Warming) Grandmother.

1653. - The Robbers under the Tree. (Including the previous Types 1653A-F.)

 

Materiales adicionales

 

 

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